Ruta de 16 días por México (Ciudad de México + Península de Yucatán)

México es uno de los destinos más impresionantes en los que hemos estado hasta la fecha. Tras nuestra ruta de 16 días por México, hemos vuelto enamorados de su cultura, su historia y su gastronomía. Eso sí, en nuestra planificación de viaje a México teníamos claro que no queríamos hacer el típico viaje a Cancún o Riviera Maya.

No somos fans de los resort todo incluido, ya que creemos que de esta forma no te sumerges completamente en la cultura ni esencia del país. Así que el recorrido que encontrarás en este post no está pensado para los que quieran ir a tirarse en una tumbona 15 días al Caribe.

Nuestro viaje se divide en dos partes: unos primeros días en Ciudad de México y una ruta en coche por la Península de Yucatán. Si estás pensando en viajar a México pronto y quieres hacer un viaje similar, no te pierdas este post con nuestra ruta de 16 días por México (Ciudad de México + Península de Yucatán), seguro que te sirve como inspiración y ayuda para la organización de tu viaje.

Día 1 – Vuelo y llegada a CDMX  – lucha libre mexicana

Volamos en un vuelo directo Madrid – Ciudad de México con la compañía Iberia. Fueron 10h 40 min de vuelo donde nos dieron varias veces de comer y estaba todo muy bueno. Os íbamos a decir que nos gusta mucho volar con Iberia, y así era hasta que a la vuelta tendríamos un contratiempo bastante grande con ellos (os lo contamos en el último día).

Aterrizamos en Ciudad de México y a pesar que hay varias formas de transporte para llegar al centro de la ciudad, nosotros nos decantamos por este traslado al hotel. Después de tantas horas de viaje no queríamos complicarnos. Este trayecto no debería llevar más de 20 minutos, pero parece que es bastante habitual que corten las calles del centro y tuvimos que dar varias vueltas hasta llegar a nuestro hotel.

Nos alojamos en el 🛏 hotel Zócalo Central, en una de las esquinas de la plaza del Zócalo. Éste fue nuestro alojamiento durante las 4 noches que pasamos en Ciudad de México. Fue todo un acierto y estuvimos encantados con este hotel. Hemos escrito un post sobre nuestra experiencia en el Zócalo Central que seguro te sirve si estás buscando alojamiento en CDMX.

Llegamos sobre las 3 de la tarde y siempre solemos intentar adaptarnos al horario lo más rápido posible y evitar el jetlag. Por eso, tras pasar por la ducha y descansar un rato, reservamos este tour para ir a ver la lucha libre mexicana. Es el único día que hay este evento en nuestra estancia en la capital y no queríamos perdérnoslo.

Para ir a ver la lucha libre mexicana recomiendan hacerlo en un tour (o al menos un traslado) ya que parece ser que la zona no es muy buena para ir por libre y menos por la noche. Un autobús descapotable nos lleva a la lucha libre desde uno de los laterales de la plaza del Zócalo, casualmente solamente tenemos que cruzar la calle desde nuestro hotel. Aprovechamos unos minutos antes para dar un paseo por la plaza y familiarizarnos un poco con la zona.

Llegamos al Arena Mexico para ver la lucha libre. A pesar de ser un «evento deportivo» bastante peculiar y llamativo, las 2h que duró el evento se nos hicieron bastante largas. Probablemente sea por el cansancio general del viaje, pero nos pareció excesivo. Tomamos una cerveza y comimos unos nachos (con queso súper picante y jalapeños) para amenizar que nos costaron 200 pesos.

A la salida de la lucha libre puedes comprar máscaras o recuerdos en los puestos que hay frente al estadio. El autobús nos esperaba justo en la esquina, así que volvemos de vuelta puntuales a la misma zona donde empezamos el tour, a 2 pasos de nuestro hotel. Ahora sí, el primer día acaba aquí, ¡a descansar!

Día 2 – Ciudad de México

Segundo día en Ciudad de México y madrugamos para una de las visitas que más ganas teníamos de hacer. Hoy vamos a visitar La Casa Azul, la casa-museo en la que vivieron Frida Kahlo y Diego Rivera.

Pedimos un Uber desde nuestro hotel para al barrio de Coyoacán. Fuimos con bastante tiempo ya que el tráfico en Ciudad de México es bastante caótico y si se pasa la hora de acceso, no nos dejarían entrar en la casa de Frida Kahlo. Las entradas se venden exclusivamente online y hay que comprarlas con bastante antelación ya que se agotan con facilidad.

Compramos las entradas para la casa de Frida Kahlo a las 10:00h (la primera hora) y nos costaron 270 pesos por persona. Además, al acceder hay que pagar un extra  de 30 pesos por hacer fotos en el interior. Esto de primeras nos chocó un poco, pero parece ser algo habitual en México.

La visita a la casa nos pareció algo espectacular. Al menos a mí (Carla) que soy muy fan de la vida y obra de Frida. Durante la visita podemos ver muchas de las estancias de la casa, además de la zona del jardín. Las estancias están muy bien conservadas y decoradas como estarían en la época de Frida y Diego. También cuentan con dos exposiciones permanentes, una con cuadros y obras y la otra, una colección de vestidos de Frida.

A la salida paseamos por el barrio de Coyoacán. Algunos de los puntos más importantes del barrio son la fuente de los coyotes, el mercado 89 de Coyoacán, la Iglesia de San Juan Bautista o el Jardín Allende donde hay muchos puestos donde artistas venden sus cuadros.

Más tarde vamos al museo de Diego Rivera (Museo Anahuacalli) que está incluido en la entrada de la casa de Frida. Este museo cuenta con una extensa exposición de piezas prehispánicas, unas 2000 pertenecientes a las culturas de las civilizaciones teotihuacanas, olmecas, toltecas, nahuas, zapotecas y de otros antiguos pueblos precolombinos.

Muchas de estas piezas son parte de la colección privada de Diego Rivera, del que también se pueden admirar varios bocetos de murales y obras. A pesar que prometía mucho, este museo no nos gustó especialmente y no lo recomendamos a no ser que tengas especial interés por la cultura prehispánica.

Por la tarde, nos acercamos al bosque de Chapultepec. Se trata un parque enorme en plena ciudad, algo que nos recordó mucho a Central Park de Nueva York. Aquí se pueden hacer varias visitas, aunque nosotros nos decantamos por el Castillo de Chapultepec, actual sede del Museo Nacional de Historia. Este castillo ha sido escenario de batallas durante la invasión estadounidense, Colegio Militar, palacio imperial de Maximiliano y Carlota, y residencia presidencial hasta 1944.

En su interior se pueden ver esculturas del emperador Cuauhtémoc o Hernán Cortés, además de muchos objetos sobre la Conquista, la Independencia y la Revolución. También se pueden ver salas y habitaciones decoradas con ornamentación clásica europea del siglo XIX. Desde la parte alta se tienen unas de las mejores vistas panorámicas de la Avenida de la Reforma y la Ciudad de México.

Una visita muy común que se puede hacer en el bosque de Chapultepec es visitar el museo de Arqueología (que nosotros no hicimos). Si quieres visitar los dos sitios, te recomendamos comprar aquí una entrada conjunta.

Día 3 – Ciudad de México

La mañana la pasamos en Xochimilco, un barrio al sur de la ciudad de México famoso por los canales. Esta zona estaba en su momento habitada por distintos asentamientos aztecas, los cuales construyeron toda una red de canales para transportar agua.

En la actualidad se pueden alquilar unas barcas coloridas para dar un paseo, llamadas trajineras. Son largas y tienen capacidad para hasta 16 personas. Es muy típico venir aquí de fin de semana (nosotros estuvimos de domingo) y estaba lleno de familias y amigos de celebración. Hay un ambiente festivo donde además de las trajineras, también hay vendedores navegando vendiendo comida, bebida, artesanías, mariachis ofreciendo canciones…

Nosotros reservamos una trajinera solo para los dos en esta web , ya que nos asegurábamos que cumplieran con el precio establecido por hora (es muy común que si la reservas allí a los turistas nos pidan más dinero de lo establecido por ley). Nuestro recorrido salió del embarcadero de las Flores Nativitas y duró unas 5 horas (algo más largo de lo normal) bastante completo y que ahora os explicaremos.

Nuestro recorrido incluía paseo por la zona turística (el recorrido clásico) pero además pasamos también a la zona ecológica.  Elegimos este tour porque hacía paradas en el museo del ajolote y en la isla de las muñecas. Este último lugar es bastante tétrico y peculiar, ya que se trata de una isla repleta de muñecas deterioradas y colocadas por toda la isla. Este lugar cuenta la historia de Julián Santana Barrera, antiguo dueño de la isla quien colocaba estas muñecas con el fin de ahuyentar el espíritu de una niña la cual se había ahogado en el embarcadero años antes.

 

Tras el paseo en trajinera, decidimos pasar la tarde en Colonia Roma. Es un barrio céntrico de Ciudad de México que destaca por su modernidad y zonas culturales. Lo primero que visitamos fue la réplica de la fuente de Cibeles de Madrid. Fue emplazada aquí  en 1980 como símbolo de hermandad entre la comunidad española y la mexicana.

Buscando una zona donde comer encontramos Muncher, un recinto con estructuras tipo contenedor y una zona central con mesas donde comer. Aquí se concentran varios tipos de restaurante, entre ellos Fasfú Burgers, la cadena de hamburguesas de Luisito Comunica. Como curiosidad, en la ventanilla del contenedor solamente se pueden recoger los pedidos; la orden y el pago se hace exclusivamente a través del móvil.

A pesar de las malas opiniones que leímos acerca de las hamburguesas, a nosotros nos gustaron bastante. Pedimos 2 hamburguesas con patatas y cocacola que nos costaron 520 pesos (26,59€).

Tras un pequeño paseo por Colonia Roma, nos acercamos a un mural que (como fans de Foo Fighters) teníamos muchas ganas de visitar. Se trata de un mural en honor a Taylor Hawkins (batería de Foo Fighters) fallecido el 25 de marzo de 2022.

Se encuentra en  el 181 Querétaro, casi esquina con Yucatán en CDMX, Roma Norte. Si te interesa saber más sobre este mural, hemos escrito un post detallado sobre el mural y su localización que puedes leer aquí.

Antes de volver al hotel, reservamos aquí las entradas para subir al mirador de la torre Latinoamericana. Se trata de un rascacielos en pleno Centro Histórico de Ciudad de México con 182 metros de altura y 45 pisos. Fue inaugurado en 1956 y fue el edificio más alto de la ciudad hasta 1972.

Nuestras entradas nos costaron 8,70€ (por persona) e incluye la entrada al mirador + el museo de la Ciudad de México. Desde lo alto de la torre Latinoamericana se tienen unas vistas panorámicas de 360 grados de ciudad, aunque no diríamos que sean las más espectaculares que hayamos visto nunca.

La torre Latinoamericana cuenta con dos museos. Nosotros solamente teníamos incluido el del museo de la Ciudad de México en el piso 38, que cuenta con la exposición «La Ciudad y la Torre a través de los siglos» sobre los primeros asentamientos de las tribus y la conquista española. También puedes comprar la entrada con acceso a los dos museos y podrás acceder también al  museo del Bicentenario, ubicado en el piso 36 con una exposición fotografías, botones y medallas sobre la Revolución Mexicana.

Día 4 – Excursión a Teotihuacán – Ciudad de México

La visita a Teotihuacán es de las mejores excursiones de un día que puedes hacer desde Ciudad de México. Se trata de la zona arqueológica más visitada de México, a tan sólo 45 kilómetros de la capital.

Este día madrugamos mucho para estar en Teotihuacán lo más pronto posible. Salimos muy pronto en la parada de bus frente al Hostal Amigo y mientras los globos aerostáticos aún volaban por el cielo, accedemos al recinto. La parte más conocida es la Calzada de los Muertos, donde se encuentran las famosas pirámides (Pirámide del Sol y Pirámide de la Luna). Aunque también es muy interesante visitar la Ciudadela, un recinto adyacente que alberga el impresionante Templo de Quetzalcóatl.

La visita al recinto arqueológico fue espectacular, pero antes de volver a Ciudad de México, hicimos algunas paradas más como la degustación de bebidas típicas mexicanas (tequila, pulque, mezcal…) y también un taller de obsidiana  y comimos en un restaurante de la zona (comida no incluida en la excursión). Es una excursión muy interesante y completa, puedes hacer tu reserva aquí.

De vuelta en Ciudad de México, decidimos bajarnos en la parada de la Avenida de la Reforma para ver esta zona y hacer unas fotos frente al Ángel de la Independencia. Desde aquí cogimos un Uber a la zona de Polanco, muy recomendado si quieres ver una parte mucho más moderna de la ciudad de México.

La calle Avenida del Presidente Masaryk es una de las más famosas por encontrarse aquí las tiendas de grandes marcas de lujo. Aquí se encuentra uno de los puntos más ‘instagrameables’ de la ciudad: la tienda TANE Masaryk. Es una tienda de joyas pero se hizo famosa por su fachada, llena de cactus y un cartel de neón con «México mi Amor».

Seguimos paseando por Polanco y llegamos al Museo Soumaya. Se trata de un museo gratuito que colecciona, investiga y conserva el patrimonio artístico de México y Europa. Pero más que por las piezas que alberga, lo que más llama la atención es la forma asimétrica del edificio. En la zona también se encuentra el Museo Jumex, con exposiciones temporales de arte moderno.

Tras el museo se encuentra el Centro Comercial Plaza Carso, un centro comercial muy moderno con circuito indoor de cars (donde dimos unas vueltas), un Café de Hello Kitty, incluso alberga el Teatro Telcel (donde se representa el musical de Aladdin).

Para finalizar el día, volvemos al Centro Histórico de la ciudad de México para despedirnos de la ciudad con un último paseo por la plaza del Zócalo con las decoraciones de la Independencia. Cenamos en restaurante Balcón del Zócalo, el restaurante de nuestro hotel, que se encuentra en la azotea con vistas a la plaza del Zócalo (lugar donde también se dan los desayunos).

La cena estuvo bastante bien, la comida estaba rica pero fue bastante más cara que en cualquier otro sitio. Como podrás imaginar, además de la categoría del restaurante, también se pagan las vistas. Si tienes curiosidad por cenar aquí, la cena nos costó 1864,50 pesos mexicanos (94,03€). Cenamos Gyozas de Cochinita Pibil y Xnipec, tacos Pork Belly al Pastor con Piña y Suadero de Picaña (2 piezas de cada) y de postre Amalia y Cheesecake de Queso Menonita. De beber fueron 2 cervezas.

Este lugar te la recomendamos únicamente si tienes una cena especial o simplemente un capricho (como fue nuestro caso). En México se suele comer bien y muy barato (unos tacos al pastor cuestan muy pocos céntimos al cambio) y con el precio de una cena aquí podrías comer y cenar varios días en la ciudad. Pero como experiencia, ¡fue espectacular!

Día 5 – Vuelo a Cancún – llegada a Holbox

Y ahora vamos con la «segunda parte» de nuestra ruta de 16 días por México. El día de hoy es principalmente de traslados. Vamos al aeropuerto en Uber para coger un avión CDMX- Cancún con la aerolínea VivaAerobus. Una vez allí nos recoge el shuttle de la compañía de alquiler de coche. Reservamos a través de RentalCars con la compañía Keddy, se trata de una filial de Europcar y era la que mejor precio nos daba.

Una vez en la zona de alquiler tardamos muchísimo en hacer los trámites (en México en general se lo toman todo con mucha calma) y como una hora después, por fin nos traen nuestro coche. Ponemos rumbo a Chiquilá, lugar donde salen los ferries para Holbox.

El trayecto desde el aeropuerto a Chiquilá fue de algo más de 2 horas…y lo que nos encontramos fue caótico. Estaba toda la zona del puerto en obras y varias calles cortadas. La zona más cerca del puerto está llena de parkings para dejar el coche. Todos tienen el mismo precio y en realidad son del mismo tipo, nos pareció que daba bastante igual en cuál lo dejábamos. Aparcamos y nos dan un tíquet para pagar a la vuelta.

Compramos rápidamente los billetes para el siguiente ferry (salía en apenas 2 minutos) y cruzamos toda la zona de obras con las maletas. Hay dos compañías que hacen este trayecto, nosotros compramos con Holbox Express porque era el siguiente en salir, compramos el billete con vuelta abierta.

Una vez en Holbox decidimos coger un carrito de golf-taxi para llegar al hotel. Nos alojamos en el 🛏 Hotel Mayarí Holbox y aunque realmente no estaba tan lejos del puerto, no hay cobertura en la isla y de primeras fue difícil ubicarse (y complicado ir arrastrando la maleta por calles sin asfaltar). Sin embargo, a la vuelta volvimos caminando sin problema.

Hace mucho calor, aun así damos un paseo para conocer un poco la zona. También probamos las marquesitas, una especie de crêpe enrollado, pero de masa dura y crujiente. Esta se prepara con una base de leche, mantequilla, huevo y un poco de harina. Podías añadir los ingredientes y combinaciones que quisieras, Jairo probó la clásica de chocolate y yo hice la combinación de chocolate y queso, que aunque suene raro, ¡está muy buena!

A la vuelta, nos bañamos en la piscina en la azotea del hotel. Esta noche cenamos en Los Peleones, un restaurante en la calle principal de Holbox con una cocina mezcla mexicana e italiana. No está mal, pero tampoco fue un lugar que nos encantó.

Y nos vamos pronto a la cama, ¡que hoy ha sido un día completo de traslados!

Día 6 – Holbox

Con las pilas ya cargadas empezamos el día desayunando en Rosa Mexicano unos chilaquiles verdes y un Club Sanwich. Es de los restaurantes más conocidos y mejor valorados de la isla, aunque parece que para desayunar está bastante tranquilo.

La forma más fácil para moverse por Holbox es en bicicleta o en carrito de golf. Nosotros nos decantamos por la segunda opción, ya que nos parece que hace demasiado calor para pedalear. Los carritos de golf tienen unos precios excesivos, pero no hay muchas más opciones así que alquilamos uno por 4h para movernos a los lugares más lejanos de Holbox. Lo alquilamos en Rentadora La Conchita y creemos que fueron unos 800 pesos por 4h.

Primero vamos a Punta Mosquitos, donde intentamos ver las lenguas de arena. Sin embargo, la marea estaba demasiado alta y no se podían ver bien. Eso sí, nos pareció una zona espectacular para ver muchas de las aves de la isla. También fuimos a la otra punta de la isla, Punta Cocos donde tomamos unas cervezas.

Tras devolver el carrito volvemos para descansar un poco en el hotel, ya que en las horas centrales del día hace un calor insoportable. Salimos directamente a última hora de la tarde para ver el atardecer en el muelle, junto a las letras de Holbox.

Esta noche cenamos en otro local conocido de la isla, Casa Alebrijes. Se encuentra en la calle principal de Holbox, Tiene una decoración muy bonita y siempre que pasábamos estaba lleno de gente, así que decidimos probar. Nos atendieron muy bien incluso nos aconsejaron para pedir. Cenamos unos nachos arrachera y quesadillas con pollo. Además, contaban con música en directo.

Día 7 – Valladolid

Hoy dejamos Holbox y hacemos el trayecto de vuelta en ferry a Chiquilá para recoger el coche. Pagamos 200 pesos de parking (unos 10€) y ponemos rumbo a Valladolid, pero antes hacemos el desvío para ver la zona arqueológica de Ek Balam. Eso sí, era medio día y definitivamente no es el mejor momento para visitar ruinas arqueológicas. No hagáis como nosotros y evitad las horas de más calor.

Ek Balam («Estrella Jaguar») es un sitio arqueológico maya a 30 km al norte de la ciudad de Valladolid. Se cree que Ek Balam fue un punto importante para la comunidad maya en cuanto a política y riqueza, debido a su tamaño y calidad de las construcciones. Algunos de los puntos más importantes son La Acrópolis, el Palacio Oval, El juego de pelota o las Pirámides Gemelas.

La entrada a estas ruinas cuestan 494 pesos (unos 25€). Como curiosidad, aquí en Ek Balam no teníamos efectivo (en Holbox sólo hay 2 cajeros y no funcionaba ninguno) y tampoco admiten pago con tarjeta, por lo que pagamos directamente en euros. Nos hicieron un cambio correcto, por lo que si en algún momento en México no tenéis efectivo, podéis llevar unos euros de más con vosotros.

Ya en Valladolid, llegamos a nuestro 🛏 Hotel Casa Bamboo pero tenemos que esperar a que nos den la habitación (el check-in suele ser a partir de las 15:00 en muchos hoteles). Para hacer tiempo, decidimos pasear por el centro de Valladolid y vimos su famosa Iglesia de San Servacio frente al parque de Francisco Cantón.

También aprovechamos para comer en el restaurante Mesón del Marqués, muy famoso en la ciudad. Comimos ensalada césar, el plato de la casa y un brownie. Os recomendamos mucho este lugar, estaba todo buenísimo y la terraza interior (ubicado en una casa colonial del siglo XVII), es espectacular. Ya en el hotel, nos tomamos el resto de día con calma e incluso nos bañamos en la piscina del hotel.

Día 8 – Valladolid y alrededores

Nuestra intención era madrugar para ir a visitar alguno de los cenotes más conocidos de los alrededores de Valladolid. Sin embargo, nos levantamos un poco más tarde la cuenta y ya no llegaríamos temprano a los cenotes (para evitar aglomeraciones). Decidimos cambiar de planes y visitar Valladolid por la mañana y ya al medio día decidimos qué cenote visitar, asumiendo que estaría bastante lleno de gente.

Nuestro hotel no incluye desayuno así que buscamos uno en los alrededores. De camino a la plaza central, encontramos el Café Encanto, un sitio genial para desayunar en Valladolid, aunque definitivamente no uno de los más asequibles. Dos café lattes, un agua de Jamaica, un Club sandwich y un brownie fueron 302,50 pesos (15,18€). Eso sí, el local nos gustó mucho y también su localización.

Paseando por Valladolid nos acercamos hasta el exterior del Convento de San Bernardino de Siena, uno de los complejos coloniales más antiguos e importantes del estado de Yucatán y fundado hacia 1552. Frente al convento se encuentran las clásicas letras de Valladolid. A pesar que en cada pueblo que visitamos tiene sus letras, las de Valladolid nos parecieron las más bonitas y cuidadas. Por la noche volveremos a este mismo punto para un espectáculo nocturno.

En el día de hoy también visitamos un pueblo cercano, Uaymá. Es una localidad ubicada a tan sólo 15 kilómetros al noroeste de Valladolid y conocida principalmente por su iglesia de Santo Domingo y su convento anexo. Tiene un estilo arquitectónico único en todo el país, construido con con piedras procedentes de ruinas mayas. Aparte de la iglesia y la plaza central, el pueblo no tiene mucho más que visitar, aún así recomendamos mucho esta visita.

Tras visitar Uaymá, emprendemos la búsqueda (aparentemente fácil) de visitar un cenote. Descartamos el Cenote Zaci en el centro de Valladolid porque se encuentra cerrado por obras. Vamos literalmente hasta la puerta de los cenotes de Dzitnup, también cerrados por huelga de trabajadores. Definitivamente, era demasiado tarde para ir a uno conocido como Oxman o Suytun. Finalmente, nos decidimos por uno de reciente apertura y menos conocido, pero con buenas opiniones: el Cenote Chichikan.

Este cenote fue todo un acierto. Tiene unas instalaciones muy nuevas y está considerado un «eco parque». Está regentado por una comunidad maya que además de ofrecer acceso al cenote y comida, hacen tours de experiencias mayas. Tienen varios paquetes dependiendo de lo que quieras hacer, nosotros elegimos el Paquete Alux (con entrada al cenote y Buffet) y nos costó 250 pesos por persona.

La experiencia en el cenote fue espectacular. Nos preocupaban un poco las aglomeraciones en los cenotes y para nuestra sorpresa, en éste no había nadie. Incluso encendieron la cascada directamente para nosotros. Es obligatorio el uso de chaleco salvavidas (incluido en la entrada) debido a las posibles corrientes internas de los cenotes. El agua estaba muy fría pero uno se acostumbra rápido y estuvimos bastante tiempo en el agua.

Tras el baño en el cenote vamos al Buffet. Aún quedaba sobre 1 hora para que cerrara el recinto y nos dicen que ya han recogido la zona del Buffet para limpiarlo. Como solución, nos ponen directamente toda la comida en la mesa para que probemos de todo. La comida estaba muy buena y la atención genial. Probamos tacos de cochinita, pasta, arroz, sopa de lima, pollo… Nos llevamos un muy buen recuerdo de este lugar.

Por la noche, volvemos al Convento de San Bernardino de Siena para disfrutar del espectáculo de luces y sonido gratuito (video mapping). Se trata de una proyección en la fachada del convento donde se cuenta la historia y desarrollo de la ciudad de Valladolid. Se lleva a cabo todos los días a las 21:00h y tiene una duración de 22 minutos.

Día 9 – Chichén Itza – Izamal – Mérida

¡Y llega uno de los días más importantes! Madrugamos mucho y apenas a las 8:30h estamos a las puertas del Chichén Itza. Antes de empezar a hacer la cola para comprar las entradas, se nos acerca un guía que nos ofrece una visita guiada por el recinto. Ofertan tours de hora y media por 900 pesos (45€) para los dos. Este precio nos pareció bastante caro, ya que de por sí la entrada a Chichén Itzá ya cuesta 571 pesos por persona (unos 28€!).

Así que al decirle que no, nos ofrece la opción de buscar a otra pareja/familia con los que hacer el tour y así pagaríamos solamente la mitad. A esto aceptamos y además, al reservar el tour no hay que hacer la cola para el ticket sino que pudimos pagar directamente en uno de los puestos de la entrada.

No pasaron ni 5 minutos y el guía ya había encontrado a más gente para el tour. Aun así era un grupo muy reducido (solamente éramos 6 personas) por lo que nos pareció un acierto pagar la mitad. El guía nos pareció muy profesional y nos explicó todo al detalle durante hora y media. Además, siempre se ofrecía para hacer fotos en los puntos más fotogénicos del recinto.

El Chichén Itzá no necesita presentación. Es un sitio arqueológico maya mundialmente conocido, incluso está catalogado como una de las 7 maravillas del mundo moderno. A pesar de ser un recinto con varios yacimientos, la estructura principal es la Pirámide de Kukulcán (también conocida como «el Castillo»).

Esta pirámide nos pareció especialmente mágica, por varios motivos. El primero, nuestro guía nos enseñó cómo cuando una persona está parada frente a la escalinata de la pirámide Kukulcán y aplaude, se produce una especie de «eco» que parece salir de la pirámide y cuyo sonido se parece al canto de un quetzal (ave sagrada para los mayas). También conocimos la historia de la bajada de Kukulcán a la tierra, un juego de luces y sombras que se proyectan en la pirámide de forma natural el día del equinocio.

Durante la visita también visitamos otras estructuras importantes como el campo de juego de pelota, el Templo del Jaguar, el Templo de los Guerreros, el grupo de las Mil Columnas, el Complejo de Monjas… entre otros. Después de la visita guiada, hacemos unas fotos y nos intentamos recuperar un poco del calor. Son algo más de las 10:00h y ya empieza a haber mucha gente así que creemos que es el momento perfecto para continuar nuestra ruta dirección Izamal.

Izamal es un pueblo muy popular de la Península de Yucatán, entre las localidades de Chichén Itzá y Mérida. Es un pueblo muy visitado debido a su impresionante arquitectura de estilo colonial, con todos los edificios, plazas y locales pintados de amarillo (y detalles en blanco). Además, Izamal ha sido catalogado como Pueblo Mágico.

No pasamos mucho tiempo en Izamal, aparte de que no es un pueblo muy grande, volvemos a pillar de nuevo las horas centrales del día. Visitamos la plaza central y el atrio del Convento San Antonio de Padua. Hacemos fotos en las rampas de acceso y en las letras de Izamal, pero decidimos seguir nuestro camino a Mérida ya que hace un calor insoportable. Si quieres ver todo lo que puedes hacer en Izamal, puedes leer este post.

Llegamos a Mérida y en cuanto llegamos a nuestro hotel 🛏 Kuka y Naranjo nos ponemos bastante enfermos, no sabemos si ha sido un golpe de calor o insolación. Llevábamos arrastrando malestar desde Izamal, por lo que decidimos descansar el resto de la tarde. Solamente salimos a última hora del día para dar un paseo por Mérida y comprar algo para cenar.

Día 10 – Mérida – Uxmal – Bacalar

Hoy ya nos encontramos mucho mejor, pero no tenemos mucho tiempo para visitar Mérida. Hoy es un día de mucho traslado, por lo que decidimos emprender la ruta cuanto antes. Eso sí, antes de irnos de Mérida visitamos el Monumento a la Patria. Este monumento se encuentra en medio de una rotonda de bastante tráfico, aunque nosotros tuvimos suerte y la calle estaba cortada por un evento deportivo.

Vamos en dirección Uxmal para ver la zona arqueológica. Las ruinas de Uxmal son las que más nos gustaron en la península de Yucatán. Están muy bien conservadas y cuidadas, con un césped perfecto y un recorrido muy bien marcado para visitarlas. La entrada cuesta 494 pesos para extranjeros.

Uxmal fue una antigua ciudad maya del periodo clásico y en la actualidad es uno de los más importantes yacimientos arqueológicos mayas, junto con los de Chichén Itzá y Tikal. Además, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996.

Aquí descubrimos que Uxmal es la ciudad más representativa del estilo Puuc (edificios alargados y piedras talladas). Hubo unas 150 ciudades de este estilo en los alrededores y que hoy en día se visitan siguiendo lo que se llama la Ruta Puuc. Nosotros de esta ruta solamente visitamos Uxmal.

El principal atractivo de Uxmal es la Pirámide del Adivino y la primera estructura que encontramos al acceder. También visitamos otras estructuras como el Palacio del Gobernador de Uxmal, el cuadrángulo de los Pájaros, el Cuadrángulo de las Monjas y la cancha para el juego de pelota.

Y el resto del día prácticamente fue de traslado hasta Bacalar. Fue un traslado bastante pesado, con unas 4h y media de coche que se hicieron bastante largas por el estado de las carreteras. En este tiempo vimos bastantes controles de policía (solamente nos pararon en uno) y también vimos un coatí cruzando la carretera.

Algo importante que tienes que tener en cuenta si vas a alquilar coche y pretendes visitar Bacalar, es que tienes que avisar a la compañía de alquiler en el momento de la recogida del coche. A nosotros nos tuvieron que dar otro coche al que nos tenían preparado (sin cambio en el precio) porque los coches que vayan a Bacalar, tienen que tener unos papeles distintos. Esto se debe a la proximidad de Bacalar con la frontera con Belice.

Finalmente llegamos a nuestro alojamiento en Bacalar, el 🛏 hotel Sur Bacalar. Llegamos ya por la noche y nos pareció que había muy poco ambiente por las calles, además de poco iluminado. Así que decidimos cenar algo en el restaurante italiano que estaba justo al lado del hotel, el Finisterre Bacalar. Fue una muy buena decisión ya que estaba todo buenísimo, te lo recomendamos mucho si te gusta la comida italiana. Cenamos Tagliata al grana y arúgula y Ravioli de queso gorgonzola y peras, con dos cervezas para beber. Eso sí, de precio fue un poco caro para ser México: 946 pesos (47,37€).

Día 11 – Bacalar

Empezamos el día desayunando en el restaurante concertado con el hotel, el Savora. Este desayuno y el sitio nos gustó mucho, tanto que incluso el día de hoy decidimos volver a comer aquí. Dimos una vuelta por el pueblo para conocer un poco la zona y la verdad que tampoco hay mucho que ver. Se nota que Bacalar es un sitio turístico desde hace poco, ya que muchas de las calles y alojamientos están en construcción.

No hay duda que el mayor atractivo de Bacalar es su laguna, también conocida como «la Laguna de los Siete colores». Así que contratamos este paseo en lancha por la laguna de Bacalar, que dura dos horas y te lleva por los puntos más espectaculares de la laguna como el cenote Cocalitos, cenote Esmeralda, la isla de los Pájaros y canal de los Piratas. 

Hubiese sido un recorrido espectacular, sin embargo nos pilló la tormenta pocos minutos después de empezar el recorrido y perdió bastante de su encanto. Aun así, nos bañamos en el canal del pirata y fue una buena experiencia. Por la tarde queríamos ir a los rápidos pero estaba diluviando. Decidimos tomarnos la tarde de descanso, ya que el mal tiempo no cesa y en la zona no había mucho más que hacer.

Día 12 – Rápidos de Bacalar – Tulum

Sigue el mal tiempo en Bacalar y cuando estamos subiendo las cosas al coche empieza a caer una tormenta impresionante. Aun así, decidimos ir igualmente hasta los rápidos de Bacalar. Era nuestra última oportunidad para visitarlos y parecía que para esa zona el cielo estaba más despejado.

Fue todo un acierto, ya que en los rápidos el tiempo estaba mucho mejor. Tanto, que llegamos a quemarnos debido a que no está permitido el uso de protector solar si te vas a bañar (para proteger los estromatolitos). La entrada al recinto cuenta 150 pesos por persona. Una vez dentro, decidimos alquilar un kayak (200 pesos por persona) y también nos bañamos en los rápidos. Nos lanzábamos arriba y nos dejábamos llevar por la corriente, para nosotros una de las mejores experiencias de Bacalar.

Tras los rápidos ponemos rumbo a Tulum, que tardamos unas 2h y media en coche. En Tulum nos alojamos en el 🛏 hotel Kaab Boho. Decidimos la zona del pueblo antes que la zona hotelera porque era mucho más económica y no nos interesaba mucho el ambiente de la otra zona. Una vez instalados, buscamos una lavandería y fuimos a buscar un sitio donde cenar.

Casualmente nos encontramos con Burrito Amor, un restaurante que habíamos visto previamente en redes sociales y decidimos probar. 2 burritos y 2 cervezas nos costaron 469 pesos (23,62€). De sabor estaban buenos, aunque pedimos uno de pollo y otro de pastor y realmente no notamos mucha diferencia en sabor.

Día 13 – Tulum

Día completo en Tulum y no os vamos a mentir, nos esperábamos algo más de este lugar. A primera hora de la mañana decidimos acercarnos a la zona hotelera para ver algunas de las entradas a hoteles famosos y muchos spots que habíamos visto en Instagram, pero no nos gustó tanto como esperábamos. Para nosotros, no merece la pena.

Decidimos desayunar en Café Del Cielo ya que vimos que tenía muy buenas opiniones y la verdad que fue un acierto. Desayunamos un croissant de jamón York&queso y unos huevos revueltos.

Tras el desayuno ponemos rumbo a las ruinas de Cobá, un yacimiento arqueológico de la cultura maya precolombina. Fue una ciudad con un gran poder político, económico y social, que además alberga la pirámide maya más grande del Yucatán. Este conjunto arqueológico se encuentra literalmente en medio de la selva, incluso se cree que la mayoría de estructuras de la ciudad original aún están enterradas.

Desde la entrada hasta las estructuras hay un paseo de unos 2 kilómetros atravesando la selva. Este recorrido se puede hacer a pie, en bicicleta o pagar un traslado en triciclo. Nosotros decidimos hacerlo caminando a pesar del calor y no nos pareció una mala idea del todo. Hace bastante humedad pero al menos está todo el camino a la sombra. Visitamos la gran pirámide de Nooch Mu, la estructura más importante del yacimiento. También visitamos Las Pinturas, el Templo de la Iglesia o un campo de juego de pelota.

De vuelta al hotel nos dimos un baño en la piscina para refrescar un poco del calor que pasamos en las ruinas. Tras descansar en el hotel salimos a dar un paseo por la calle principal de Tulum pueblo. Hacemos alguna compra y compramos unos tacos al pastor en «la Chiapaneca», que no nos podíamos ir sin probarlos.

Día 14 – Tulum – Playa del Carmen – Cancún

A primera hora visitamos la Zona Arqueológica de Tulum, en parte para evitar el calor y las aglomeraciones, pero no nos sirvió de mucho. Para llegar hay que aparcar en la carretera de acceso y seguir caminando bastante rato hasta llegar a las taquillas. Su localización es espectacular, ya que está en los acantilados sobre el mar… pero eso también hace que haya mucha humedad, incluso a primera hora de la mañana.

Esta zona arqueológica, antiguamente llamado Zamá, fue una ciudad amurallada de la cultura maya. Algunos de los edificios que observamos en el yacimiento de Tulum son el Gran Palacio, La Casa de las Columnas, la Casa del Halach Ulnic, la Casa del cenote, además del Templo del Dios Descendente y el Castillo. En esa zona se ven muchos lagartos e iguanas, muchos más que en el resto de ruinas que hemos visitado.

Antes de dejar finalmente Tulum en dirección Cancún, pasamos por unas de las letras más famosas de Tulum, que se encuentran en el exterior de una cervecería. En la U tiene un columpio en el que te puedes subir para que queden unas fotos chulas.

En más o menos una hora de coche llegamos a Playa del Carmen. No es un sitio que tuviéramos especial interés en visitar, ya que es una zona bastante masificada y donde predominan los resorts de todo incluido. Hacemos una visita rápida y vemos que efectivamente, está bastante masificado.

Paseamos por la zona del puerto y vemos las letras de Playa del Carmen y el Portal Maya. Hay bastante jaleo ya que desde aquí salen los ferris a Cozumel. Paseamos por el Paseo del Carmen Shopping Mall y nos compramos unas camisetas en la tienda de Harley Davidson antes de irnos.

Finalmente llegamos a Cancún. Nos alojamos en el 🛏 Bed&Breakfast Pecarí y la tarde aprovechamos para bañarnos en la piscina. Casualmente hoy es 15 de Septiembre, día en el que en México se celebra el Grito de Independencia, un acto para conmemorar la independencia de México. A pesar de haber celebraciones durante la tarde, el acto oficial tiene lugar a las 22:50h en la plaza del ayuntamiento. Nos pareció algo muy curioso de ver, donde los asistentes celebran su identidad y que termina con fuegos artificiales.

Día 15 – Cancún – Vuelo a CDMX

La mañana de hoy la pasamos en Cancún, principalmente aprovechamos para hacer unas compras antes de irnos al aeropuerto. Primero estuvimos en el centro comercial Las Plazas Outlet Cancún y después nos trasladamos a la zona hotelera. Aquí hay otro centro comercial enorme, La Isla Shopping Village con muchas tiendas, restaurantes y atracciones turísticas.

Comimos en el Johnny Rockets y nos dirigimos al aeropuerto. Volvemos a volar con VivaAerobus, el vuelo salió puntual y a la hora establecida ya estábamos en el aeropuerto de Ciudad de Mexico. Aquí nos alojamos en el 🛏 Hotel Camino Real Aeropuerto, que se encuentra en el propio aeropuerto, solamente hay que cruzar una pasarela de cristal desde la terminal que nos lleva directamente a la recepción del hotel.

Día 16 – Vuelo de vuelta a España

Es el día de vuelta a casa. Por la mañana descubrimos un mensaje de Iberia donde nos avisan que nuestro vuelo se retrasa 10h. Vamos al aeropuerto para comprobarlo y efectivamente, está retrasado. Pero podemos hacer el check-in igualmente así que nos tiramos 3h de cola para para facturar nuestras maletas.

Para «compensar» el retraso, nos dan bono para comer en el hotel Marriott del aeropuerto, pero la comida estaba fatal y decidimos pagar una sala vip del aeropuerto para pasar las horas muertas. Finalmente, el avión sale a la nueva hora estipulada y llegamos a Madrid sin más contratiempos. En cuanto aterrizamos, ponemos una reclamación el en mostrador de Iberia (ya que nos informamos y nos corresponderían 600€ a cada uno por el retraso).*

*Esta reclamación nos la rechazó Iberia alegando que el retraso se debía a «motivos ajenos a ellos». Sabemos que el retraso fue por avería en el avión que hacía el trayecto previo, por lo que volvimos a reclamar, esta vez vía online. Misma respuesta, por lo que actualmente hemos reclamado a través de la la página web Airhelp y veremos si esta vez conseguimos algo.

.

¡Hasta aquí nuestro post con nuestra ruta de 16 días por México (Ciudad de México + Península de Yucatán)! Déjanos un comentario si te ha gustado este post o si tienes alguna pregunta que hacernos.

.