El faro de Ajo, inaugurado originalmente en 1930, ha sido testigo directo de la historia marítima de la región. Ha pasado prácticamente inadvertido hasta el año 2020, cuando adquirió una nueva dimensión gracias a la intervención del artista cántabro Okuda.
El artista transformó este clásico faro en una obra de arte titulada Infinite Cantabria. En ella, sustituyó la torre blanca original en un caleidoscopio de 72 colores vibrantes, fusionando así el arte urbano con el paisaje natural. Este toque artístico inesperado, ha revitalizado el interés por este rincón de Cantabria.
Si estás por esta la zona no puedes perderte el visitar el faro de Ajo, un faro convertido en obra de arte, al borde del mar y rodeado de acantilados, ruta de senderismo y rincones fotogénicos. ¿Te vienes?