Qué ver y hacer en Brujas: imprescindibles y recomendaciones

Brujas, también conocida como la «Venecia del norte», es la capital de la provincia de Flandes Occidental. Esta ciudad vivió casi desconocida durante más de cuatro siglos, lo que ha hecho que se convirtiera en una de las ciudades medievales mejor conservadas del mundo. Por ello, desde el año 2000 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Es una ciudad muy turística, más de 3 millones de viajeros visitan Brujas al año. Se ha convertido en la ciudad más visitada de Bélgica, incluso más que Bruselas, la capital del país. En el post de hoy os contamos qué ver y hacer en Brujas, con todo lo que necesitas saber antes de tu visita.

  Imprescindibles

Parque Minnewater

Es la primera zona que te encuentras al salir de la estación de tren, por lo que fue nuestra primera visita al llegar a Brujas. Lo más destacado de este parque es su Lago del Amor, un pequeño lago rectangular rodeado de árboles con muchísimos cisnes. Se conoce como el Lago del Amor por la historia de amor trágica de Minna y Stromberg.

Según la leyenda popular, Minna era una joven cuyo padre había dado en matrimonio a un hombre a quien no amaba. Ella amaba a otro joven llamado Stromberg. Para evitar su matrimonio se dice que huyó hacia el bosque para esconderse, pero cuando la encontraron era demasiado tarde y ya había muerto. El joven Stromberg decide enterrarla en ese mismo bosque e inundar su tumba rompiendo un dique, dando lugar a este lago.

La versión más histórica cuenta que este lago era simplemente el antiguo amarradero de las embarcaciones que hacían la ruta Gante-Brujas. Para nosotros lo más bonito de este lago son sus cisnes, ya que los puedes ver de cerca y están más que acostumbrados a la presencia de turistas.

Begijnhof

Se encuentra justo al lado del Minnewater, de hecho se accede por el propio puente, atravesando una gran puerta de 1776. Cuando nos adentramos, nos encontramos casas con las fachadas blancas, rodeando un pequeño bosque central con álamos enormes.

Se trata de un beaterio del siglo XII, un complejo donde vivían las beguinas, las mujeres que quedaron viudas y huérfanas tras las Cruzadas. Estas mujeres se dedicaban a cuidar de los enfermos y pobres, al bordado de encajes y a la oración. También seguían una vida austera y de celibato. Aunque su rol nos resulte similar al de una monja, éstas no pertenecían a una orden religiosa.

En la actualidad, aquí viven hermanas de la Orden de San Benedito y mujeres solteras de Brujas.

Los Begijnhofs están declarados Patrimonio de la Humanidad.  Se puede acceder al Begijnhof de Lunes a domingo de 06:30-18:30 y es gratuito. Dentro del recinto hay un Museo-Casa de Beguina, abierto de Lunes a sábados de 10:00-17:00 y los Domingos de 14:30 a 17:00 por un precio de 2 €.

Grote Markt

Grote Markt es la plaza principal de Brujas, la antigua plaza del mercado de la lana. Actualmente se sigue instalando aquí un mercado local los miércoles por la mañana con puestos de productos artesanales.

Es el centro de la ciudad y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hay varios atractivos que nos llaman la atención de esta plaza: Quizás lo mas llamativo de esta plaza para los turistas son sus casas gremiales de su época medieval, con fachadas de colores y tejados a dos aguas. En la actualidad son cafeterías con terrazas y una de ellas es el Historium, un museo multimedia sobre la historia de la ciudad que transporta a los visitantes hasta el siglo XV.

En el centro de la plaza se encuentra una gran estatua de Jan Breydel y Pieter De Coninck, dos héroes que en 1302, durante la batalla ‘de las espuelas doradas’ tuvieron un papel crucial en contra de la dominación francesa. Y no podemos olvidarnos del campanario (Belfort) que destaca en esta plaza. Es un edificio de 83 metros de altura que casi se puede ver desde cualquier punto de la ciudad. Era el lugar ideal para divisar guerras, fuego o cualquier otra amenaza.

Belfort

El campanario de Brujas (también conocido como Belfort) es uno de los símbolos indiscutibles de la ciudad.

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la función del Belfort consistía en vigilar y prevenir de posibles incendios, ataques u otras amenazas. Además, era el lugar desde donde se promulgaban las leyes, llamando a los ciudadanos a la plaza con el sonido de las campanas.

El campanario tiene 83 metros de altura y puede verse casi desde cualquier punto de la ciudad. Lo mejor es que puedes visitarlo por dentro, aunque el acceso se realiza a pie por una escalera de caracol muy estrecha de ¡366 escalones! Una vez arriba, tendrás unas vistas privilegiadas de la ciudad de Brujas, además de ver dónde guardaban los archivos de la ciudad y la campana del triunfo.

El horario de visita es de 9:30 a 18:00h. Las colas suelen ser bastante largas, ya que arriba hay un aforo limitado y debemos esperar a que vaya saliendo gente para poder entrar. El precio de entrada general es de 12€.

La Plaza Burg

Es la segunda plaza más importante de Brujas.

Antiguamente la plaza Burg era una fortaleza amurallada, aunque con el paso del tiempo fue desempeñando una función civil y religiosa. En esta plaza encontramos edificios tan importantes como el Ayuntamiento o el Palacio de Justicia.

En un rincón de la plaza se encuentra la Basílica de la Santa Sangre (Heilig-Bloedbasiliek). Algo llamativo es que en realidad está formada por dos iglesias, pero lo más famoso de este lugar es que aquí se guardan supuestamente unas gotas de la sangre de Cristo, que se exhiben todos los días a las 14:00h.

Rozenhoedkaai (Muelle del Rosario)

El Muelle del Rosario es uno de los sitios más fotografiados de Brujas.

Sin embargo, lo más importante de este lugar no es su belleza. En este mismo lugar, en el siglo IX, nació Brujas con la invasión de los Vikingos. De hecho la palabra “Brujas” (Brugge, en flamenco) proviene de la palabra vikinga «Brygga», que significa puerto.

En aquella época, estas tierras estaban en los límites de lo que empezaba a ser Francia, y su rey decidió detener a los vikingos levantando una fortaleza. Brujas dejó de ser un refugio para los invasores y se fue convirtiendo poco a poco en un asentamiento. Por desgracia, en la actualidad no podemos ver la fortaleza original, pero sí muchos elementos de ella.

Dar un paseo barco

Al igual que os contábamos en nuestro post de qué ver y hacer en Gante, una de las mejores experiencias que puedes hacer en estas ciudades medievales es dar un paseo en barco. Es una experiencia única, ya que te da una perspectiva totalmente distinta de la ciudad.

Salen precisamente en la zona que os hablábamos en el apartado anterior, en el muelle del Rosario.  La mejor recomendación es que vayáis al muelle lo antes posible. Hay unas colas enormes que pueden llegar hasta las 2 horas de espera.

  Nuestras recomendaciones

Brujas es una de las ciudades con más gente que hemos visto. Como ya os decíamos en la introducción, es la ciudad más visitada del país. Esto hace que a momentos sea agobiante pasear por el centro histórico.

Una vez vistos los imprescindibles de Brujas, os recomendamos saliros un poco de lo puramente turístico y visitar otras zonas de la ciudad.

Probar los gofres de Lizzie’s Waffles

Este local tiene muchísima fama en Brujas y no es para menos.

Sirven unos gofres enormes, pero que además son muy ligeros y están buenísimos. Algo también muy original de este lugar es el chocolate caliente: Te sirven la leche en un vaso y al lado una pequeña flor de chocolate. Tienes que introducir el chocolate dentro de la leche para que se funda.

Os recomendamos ir pronto, ya que el local no es muy grande y se llena rapidísimo. Nosotros fuimos justo a la hora de abrir y nos pudimos sentar tranquilamente en una de sus mesas. Sin embargo, a los pocos minutos se llenó de gente. Abre de Miércoles a Domingo en horario de 11:00 a 17:00h.

No es un lugar precisamente barato, ya que solamente el grofe con chocolate nos costó 10€. De todas formas, es un gofre tan grande que normalmente se comparte entre dos personas y creemos que por su sabor merece la pena.

Visitar el museo de la cerveza

Bruges Beer Experience es un museo de la cerveza en pleno centro histórico de Brujas.

En este museo lo podrás aprender (casi) todo sobre las cervezas trapenses y de abadía, los distintos tipos de cerveza, el proceso de elaboración, el papel de la mujer en el mundo de la cerveza, el maridaje… Además, cuenta con una sala de degustación, donde cuentan con hasta 16 cervezas de barril. Puedes probar cerveza blanca, rubia, negra, roja afrutada…

Hemos escrito un post sobre nuestra visita a este museo, puedes leerlo en Bruges Beer Experience: conociendo a fondo la cerveza belga Abre todos los días de la semana. El Museo abre de 10:00h a 18:00h (puedes acceder hasta 1h antes del cierre), mientras que el bar y la tienda tiene un hroario de 10:00h a 18:30h.

Compras de segunda mano y curiosidades

Saliéndonos de nuevo de las zonas más turísticas, encontramos la calle Langestraat. Es una calle muy moderna no muy lejos del casco histórico de Brujas. Nos gustó su ambiente alternativo de tiendas modernas de decoración, segunda mano, curiosidades, artesanía… además tiene muchos locales y pubs que no tienen nada que ver con la estética medieval de la ciudad.

Si queréis hacer compras o simplemente salir del bullicio del centro, ésta es una gran opción. Además, se encuentra de camino a los molinos de Kruisvest, de los que os hablamos en el siguiente apartado.

Los molinos de Kruisvest

Aunque no se encuentran en pleno centro de Brujas, se puede llegar a ellos fácilmente dando un paseo. En el parque de Kruisvest se encuentran 4 imponentes molinos. El molino de Sint Janshuis es del siglo XVIII y está en su lugar original. Otros molinos, como el de Koelewei, se encontraban en distintos puntos de la ciudad y fueron trasladados en 1996 a este lugar.

Están en excelente estado de conservación, incluso el molino de Sint Janshuis sigue en funcionamiento y puede visitarse. Puedes visitarlo todos los días en horario de 09:30 a 12:30 y 13:30 a 17:00 (último acceso media hora antes del cierre) y la entrada cuesta 2 €.

Cómo llegar a Brujas desde Bruselas

Brujas se encuentra situada en el extremo noroeste de Bélgica, a 90 kilómetros de Bruselas. Debido a esta «cercanía», es muy común hacer una excursión a Brujas en un día desde Bruselas.

La mejor opción para llegar a Brujas desde Bruselas es el tren: Es la opción cómoda y rápida si quieres visitar Brujas por libre. Aunque no es una opción nada barata; el precio del tren desde cualquier estación de Bruselas es de 14,80€ por trayecto y la duración es de algo más de una hora.

Mapa de los sitios